El espacio de oficina basado en actividades: un uso eficiente y flexible del espacio

Un espacio de oficina basado en actividades es una tendencia cada vez más popular en el modelo de trabajo híbrido.

El elemento clave de este tipo de distribución de oficinas es la flexibilidad: en lugar de tener un asiento fijo y asignado, se anima a los empleados a desplazarse a diferentes áreas de oficina en función de las actividades que estén realizando a lo largo del día. Todos pueden elegir el entorno que mejor se adapte a su tarea. Echemos un vistazo más de cerca al lugar de trabajo basado en actividades y descubramos por qué este enfoque es tan popular.

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¿Qué hace que una oficina esté “basada en actividades”?

Un elemento clave de este modelo de lugar de trabajo es la función de cada habitación y zona. Desde el mobiliario hasta el diseño visual y la distribución, cada espacio debe transmitir inmediatamente su propósito a todos los usuarios. Durante el día, un empleado puede necesitar manejar varias tareas diferentes, desde escribir un informe hasta llamar a un cliente o intercambiar ideas con sus colegas. En una oficina tradicional, todo se llevaría a cabo simplemente en un escritorio o en una sala de conferencias, pero un lugar de trabajo basado en actividades ofrece varias opciones más.

La escritura se haría en una sala de enfoque insonorizada, un espacio que permite la máxima paz y tranquilidad para trabajar. Una llamada con un cliente sería mucho más sencilla si el empleado no se ve afectado por el ajetreo y el bullicio de la oficina, por lo que una cabina telefónica aislada acústicamente ofrece el ambiente perfecto.

El entorno tiene una gran influencia en nuestra creatividad. Un área de relajación lúdica con diferentes tipos de asientos y herramientas para estimular la imaginación puede aumentar la productividad en comparación con una sala de reuniones aburrida, por ejemplo.

Los beneficios de un diseño basado en actividades


El objetivo principal de un lugar de trabajo basado en actividades es apoyar la productividad y el bienestar de los empleados. Si bien este enfoque puede no ser adecuado para todos, las investigaciones han demostrado que muchas personas valoran o prefieren el enfoque basado en tareas a uno tradicional.

En su estudio de las oficinas basadas en actividades, las investigadoras holandesas Susan Smulders y Denise Clarijs encontraron que más del 70% de los encuestados sentían que este enfoque de trabajo los hacía más productivos.

Más del 60% de los encuestados en el mismo estudio también informaron tener niveles de energía más altos en un lugar de trabajo basado en actividades.

Los empleadores también perciben beneficios directos, incluido el bienestar y la retención del personal, el aumento de la productividad de los empleados y el ahorro de costes gracias a un uso más eficiente del espacio.

Después de implementar un enfoque basado en actividades, la empresa británica Nationak Grid pudo ahorrar casi 10 millones de libras esterlinas al año (y aumentar la productividad de los empleados en un 8%).

Según una encuesta de Leesman, el 81% de los empleados que trabajan en empresas con oficinas basadas en actividades consideran que la cultura empresarial es abierta y flexible. Esto aumenta la fidelidad a largo plazo y la retención del personal.


Los elementos de una oficina flexible


Aunque no todas las oficinas se pueden adaptar a principios basados ​​en actividades, elementos como la cultura corporativa juegan un papel clave en el enfoque adoptado por una empresa. No obstante, es innegable que los tiempos están cambiando rápidamente y que los millennials y la Generación Z están deconstruyendo la idea del espacio de trabajo tradicional.

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